miércoles, 10 de diciembre de 2014

Consejos sobre la mantequilla (... sin nada que ver con los tangos o París...)

Sur aZur 
te ayuda con tus 
PASTELES

Mantequilla


La mantequilla es uno de los ingredientes más delicados de la repostería, y su mal uso puede estropear mas de una receta.
Lo más importante de este ingrediente es el control de la temperatura de uso, pues debéis tener en cuenta que al ser una grasa que funde a muy baja temperatura, al mezclarse con otros ingredientes de la receta, como el azúcar o la harina, según la temperatura en que se encuentre empezará la reacción química entre la grasa y la sacarosa (glucosa+fructosa) y/o el gluten de la harina.
Estas reacciones pueden beneficiar o perjudicar el resultado de la receta, por eso es vital que empleéis la mantequilla en el punto de calor o el estado que os indique la receta que estéis confeccionando.
Algunos ejemplos:
Mantequilla fría: Masa quebrada
Una masa quebrada bien realizada debe quedar crujiente y tierna, de forma que al morderla o romperla observemos que la masa se compone de pequeñas lasquitas de masa crujiente amalgamadas entre si por el efecto del calor de la mantequilla al derretirse en el horno.
Para conseguirlo el secreto está en usar la mantequilla muy fría, lo más fría que podamos. Tradicionalmente eso se conseguía enfriando la mantequilla y mezclándola con la harina con ayuda de dos cuchillos, de forma a no tocarla con las manos e impedir que el calor de las manos la derritiese, si bien este es un trabajo muy complicado de llevar a cabo, por eso encontraréis que muchas recetas os dicen que mezcléis mantequilla y harina "con la punta de los dedos", con la misma finalidad de no transmitir calor.
El truco que os recomiendo es usar el accesorio picador de cualquier batidora, como el de la foto siguiente:

BOSCH Picador universal (H.Nr. MFZ4050)
Metéis la mantequilla en el congelador hasta que esté prácticamente congelada y la cortáis a cubitos con un cuchillo, después vais echando harina tamizada en el picador y le añadís cubitos de mantequilla (de 1'5 cm por 1'5 cm aproximadamente) -no llenéis mucho el accesorio para que el proceso de picado sea rápido, por ejemplo para 400 gr de harina y 200 gr de mantequilla lo podéis hacer en 3/4 veces)- le dais a funcionar y observaréis como la cuchilla tritura la mantequilla y la mezcla con la harina de forma que queda como una arena gruesa.
No os paséis en el tiempo de triturado porque sino la cuchilla terminará transmitiendo calor y no habrá servido de nada el truco!!
Reunís el resultado de cada triturado en un bol y lo removéis un poco para que quede homogéneo, le añadís agua fría (también podéis usar zumo de naranja frío) para que la masa se una procurando no amasar en exceso, solo hasta que se forme la bola, cubrid con papel film y a la nevera durante 20/30 minutos.
Ya me contaréis los resultados!!
Como habréis observado de lo que se trata es de mantener la mantequilla fría durante todo el proceso, de forma y manera que no empiece a reaccionar con el gluten de la harina hasta que no la introduzcamos en el horno, de lo contrario obtendréis masas chiclosas o pesadas que en nada se parecen a una deliciosa masa quebrada.

Mantequilla en pomada (o templada): cremas de mantequilla o masas hojaldradas (o semihojaldradas)
Los casos en que es necesario el uso de la mantequilla en pomada se deben a que, aunque no es conveniente que la mantequilla reaccione con el resto de ingredientes, su uso en frío es imposible por la consistencia del resto de los ingredientes, es el caso de las cremas con base de mantequilla (crema de mantequilla, Saint-Honoré, etc...) o de las masas hojaldradas en sus diferentes variantes (hojaldre, hojaldre invertido, semihojaldrada levantada, etc...)
Para conseguir el punto de pomada, sobre todo en tiempo frío, ponéis la mantequilla en un recipiente de cristal, cortada en trozos y de manera que no sobresalgan del borde, y lo introducís en el microondas a potencia muy baja y por periodos de tiempo que no sobrasen los 20/30 segundos. Cada vez que le deis un golpe de microondas miráis para ver en que estado está la mantequilla, en cuanto veáis que empieza a ablandarse (mucho antes de que empiece a derretirse!!!) sacáis el recipiente y termináis de ablandarla con la ayuda de algún utensilio como paleta de madera, lengua de silicona, o con la ayuda de unas varillas de metal que es lo que yo uso para terminar de batirla y darle la consistencia adecuada antes de añadirla al resto del preparado de la crema de mantequilla.
Para las masas hojaldradas el recurso que utilizo es diferente y bastante más fácil de llevar a cabo que usar la mantequilla en punto de pomada.
Sacáis la mantequilla de la nevera y le quitáis de una punta lo que os sobre del paquete, cortando el resto en cuatro láminas lo más iguales posible (dibujo 1)
Extendéis un papel film (el suficiente para poder envolver luego la mantequilla) y disponéis las cuatro porciones de mantequilla formando un cuadro, rellenando el cuadrito que os haya podido quedar en el centro con un trocito del sobrante del paquete (dibujo 2)
Envolvéis el cuadro de mantequilla en la forma que se indica en los dibujos 2 y 3, de manera que os quede un cuadro de mantequilla envuelto en papel film (dibujo 4)
Mantequilla hojaldres
Una vez en este punto, pasáis el rulo sobre el el paquete de mantequilla presionando para que los trozos de mantequilla se vayan uniendo y procurando que os vaya quedando todo el paquete del mismo grosor, una vez conseguido, metéis el paquete en la nevera bajo la bola de masa a la que luego tendréis que incorporar la mantequilla, dejándola el tiempo necesario para que ambas cosas (masa y mantequilla) adquieran la misma temperatura. Después solo tendréis que envolver la mantequilla con la masa y seguir realizando los pliegues del hojaldrado según la receta que estéis siguiendo.
Solo un consejo más, cuando estéis dándole las vueltas al hojaldrado prestad atención a que la masa no se caliente en exceso, en cuanto veáis que empieza a perder frío, parad y meted la masa en la nevera.
Bueno pues por hoy creo que ya es suficiente, si veo que se me olvida algo lo agregaré lo más pronto posible.

Hasta el siguiente consejo y recordad,

¡No tengáis prisa, que a la prisa le encanta estropear pasteles!!

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martes, 2 de diciembre de 2014

Sur aZur 
te ayuda con tus 
PASTELES
-Consejos básicos-


Bueno, pues ahí va el primer consejo, que verdaderamente es muy básico y a algunos os parecerá poco menos que inútil, pero pararos a leerlo y a pensar en él con detenimiento y veréis como muchas recetas se os han chafado, de principio o a última hora, por no tenerlos en cuenta.

Esta primera ayuda es sobre las dos cosas realmente imprescindibles a la hora de realizar algún pastel, una cosa que hay que tener obligatoriamente y otra que en ningún momento podéis tener cuando os pongáis manos a la obra.

Efectivamente, como alguno habrá adivinado ya, lo que bajo ningún concepto podéis tener es PRISA. Si no disponéis de mucho tiempo es mejor que os decidáis por una receta más sencilla, unas magdalenas por ejemplo, que por otra más laboriosa a la que no podáis dedicar el tiempo que necesita para acabarla bien. Por favor, no os pongáis a hacer un bizcocho y cuando lo tengáis en el horno os vayáis a la otra punta de la casa a hacer otras tareas, cuantas masas quemadas no se habrán tenido que rascar del horno y los moldes por este motivo!!!
Cuando os pongáis a realizar una receta no queráis tenerla en el plato antes de tiempo, si es necesario que algo se enfríe, dejadlo enfriar!! o si un bizcocho necesita 5 minutos más de horno no lo saquéis antes de tiempo!!
Como siempre digo:¡No tengáis prisa, que a la prisa le encanta estropear pasteles!!

En cuanto a la otra cosa realmente imprescindible e insustituible a la hora de preparar una receta es un PESO o BALANZA.
Cualquier otro electrodoméstico o utensilio puede tener un sustituto o no tener que usarse, pero el peso es imprescindible e insustituible para cualquier receta de repostería.
Mi consejo en este punto es que prefiráis antes una receta en gramos a una en cualquier otro formato, haced solo las recetas que no sean en gramos realmente importantes (algo que hace vuestra tía, madre o abuela realmente de rechupete por ejemplo) y en este caso, acostumbraros a pasar a gramos las recetas que os den en otro formato (cascarones de huevo, vasos, etc...) pues es la única manera de que os salga siempre de la forma mas idéntica posible. Es tan fácil como pesar lo que entra en un cascarón de huevo o en un vaso de cada uno de los ingredientes y multiplicarlo por el número que nos indica la receta.
Hecho una vez, solo queda apuntarlo y tenerlo en gramos para siempre, ademas, una vez sepamos lo que pesa un cascarón de huevo de harina, ya lo tenemos para siempre (por cierto, los huevos también se pesan, y así no nos influye si son más grandes o mas pequeños!!)

Como os decía, cualquier otra cosa puede ser sustituida o no ser necesaria, aunque no quiero decir con esto que los diferentes utensilios no sean útiles, es más os recomiendo que si de verdad sois aficionados vayáis poco a poco haciéndoos de ellos, empezando con los más usuales, claro.

Lo que quiero haceros notar con esto del peso, es que en repostería es fundamental el pesaje de los distintos ingredientes de la receta, pues un pesaje incorrecto o deficiente puede provocar un desastre en la elaboración.

Bueno, espero que tengáis en cuenta lo que os acabo de decir y que no volváis a medir los ingredientes a ojo (se acabo aquéllo de: harina, la que admita!!) o con otros medios que no sean un peso o balanza, y por favor, como siempre os digo:

¡No tengáis prisa, que a la prisa le encanta estropear pasteles!!

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lunes, 1 de diciembre de 2014

Sur aZur 
te ayuda con tus
PASTELES


Comienzo hoy con este blog que no pretende ser uno de recetas al uso, de esos ya hay muchos, sino servir de ayuda a todos aquellos que, amigos de lo dulce (y también de alguna que otra cosita salada mas especial), se animan a realizar alguna receta facilitada por algún familiar o amigo o buscada en Internet y ven con desagrado que el resultado de su esfuerzo no es el que iban buscando.

Muchos de esos sofocones no se deben a que la receta no sea correcta, o que nos hayan escamoteado algún ingrediente al pasárnosla, sino simplemente a que no hemos tenido en cuenta pequeños detalles que nos hubieran ayudado a llevar a buen término nuestro intento.

Intentaré, en estos consejos que pretendo ofreceros, empezar por los que puedan servir para elaborar más recetas de las que vayáis intentando por lo que, al ser más básicos, posiblemente muchos de vosotros ya los conoceréis, y para los más experimentados también iré entremetiendo alguna que otra cosita para recetas más complicadas.

Bueno, creo que como presentación es más que suficiente, así que cierro esta entrada e intento ponerme con el primer consejo, del que ya os adelanto algo en mi saludo de despedida, pues creo que es el más sencillo pero también el más primordial en esto de la repostería.

Hasta el siguiente consejo y

¡No tengáis prisa, que a la prisa le encanta estropear pasteles!!

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